21 noviembre, 2012

Biblias gastadas por el uso

Biblias gastadas por el uso
El Señor Jesús dijo:


Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí. Juan 5:39

Y por medio del Apóstol Pablo nos dice:

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12

Y es preciso conocerla cada día más, con el fin de crecer en el conocimiento de nuestro Señor y sus propósitos:

Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.

Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. Hebreos 5:12-14

Esto me lleva a admirar las biblias viejas por el huso, como estas de hermanos de los que
aprendemos tanto años después de que ellos ya estén en la presencia del Señor.

H. A. Ironside. 1876-1951.




Thomas Newberry. 1811 - 1901


20 noviembre, 2012

No cabe la posibilidad de considerar a Jesucristo como un mártir.

No cabe la posibilidad de considerar a Jesucristo como un mártir.
Su muerte no fue algo que le sucedió y que se hubiera podido evitar.
Su muerte fue la razón fundamental por la que Él vino.

"...He acabado la obra que me diste que hiciera". Juan 17:4
Consumado está. Juan 19:30
La muerte de Jesucristo es el cumplimiento histórico de lo que había en la mente misma de Dios. No cabe la posibilidad de considerar a Jesucristo como un mártir. Su muerte no fue algo que le sucedió y que se hubiera podido evitar. Su muerte fue la razón fundamental por la que Él vino.

Nunca fundamentes tu predicación del perdón en el hecho de que Dios es nuestro Padre y nos ama. Eso contradice la verdad revelada de Dios en Jesucristo, vuelve la cruz innecesaria y la redención demasiada ostentosa porque pierde su importancia. Dios perdona el pecado solamente por causa de la muerte de Cristo. Él no podía perdonarnos de ninguna otra manera, sino mediante la muerte de su Hijo. Jesús es exaltado como Salvador por causa de su muerte.... "Pero vemos... a, Jesús, coronado de gloria y de honra a causa del padecimiento de la muerte", Hebreos 2:9. La mayor nota de victoria que jamás haya sonado en los oídos de un universo sobresaltado fue la que emitió la cruz de Cristo: "¡Consumado es!..."

Esa es la última palabra en la redención de un hombre.

Cualquier cosa que rebaje o distorsione la santidad de Dios debido a una falsa visión de su amor, contradice la verdad divina que fue revelada por medio de Jesús. Nunca aceptes el pensamiento de que Jesucristo está a nuestro favor y en contra de Dios, debido a su piedad y compasión; o que se hizo maldición por lástima hacia nosotros. Jesucristo asumió nuestra maldición por decreto divino.

Nuestra parte para poder descubrir el extraordinario significado de su maldición es la convicción de pecado que recibimos como un don que nos avergüenza y guía al arrepentimiento. Esta es la gran misericordia de Dios. Jesucristo odia el pecado en el ser humano y el Calvario indica el nivel de su odio.

Oswald Chambers



El Perdón de Dios

El Perdón de Dios

"En Él tenemos... el perdón de pecados
según las riquezas de su gracia"
(Efesios 1:7)
   Cuídate de caer en una visión placentera de la paternidad de Dios, diciendo: "Él es tan bueno y amoroso que por supuesto nos perdonara". Ese pensamiento, basado solamente en la emoción, no tiene ninguna cabida en el Nuevo Testamento. La única base sobre la cual Dios nos puede perdonar es la terrible tragedia de Cristo en la cruz. Situar nuestro perdón en cualquier otro terreno es una blasfemia inconsciente. La única base sobre la cual Dios puede perdonar nuestro pecado y restablecernos en su gracia es mediante la cruz de Cristo. ¡De ninguna otra manera! El perdón, que aceptamos tan fácilmente, tuvo un costo: la agonía del Calvario. Nunca debemos recibir con la sencillez de la fe el perdón de los pecados, el don del Espíritu Santo y nuestra santificación, para luego olvidar el inmenso costo que tuvo para Dios darnos todo eso.

   El perdón es el milagro divino de la gracia, lo cual le costó a Dios la cruz de Jesucristo. Perdonar al pecador y permanecer como el Dios santo, exigía el pago del precio. Nunca aceptes un concepto de la paternidad de Dios que anule la expiación. La verdad revelada por Dios es que Él no puede perdonar sin la expiación. Si lo hiciera opondría a su naturaleza. La única manera como obtenemos el perdón es siendo llevados de vuelta a Dios por la expiación de la cruz. El perdón divino sólo es posible en el reino sobrenatural.
  
    La experiencia de la santificación es pequeña cuando la comparamos con el milagro del perdón de los pecados. La santificación es sencillamente la maravillosa evidencia del perdón en una persona. Sin embargo, lo que activa la más profunda fuente de gratitud en un ser humano es que Dios haya perdonado su pecado. Pablo nunca se apartó de esta verdad. Una vez que tú descubres todo lo que le costó a Dios perdonarte, te sentirás sujeto, como en un torno, constreñido por el amor de Dios.

Oswald Chambers

La Salvación es gratuita pero Costó un alto Precio

La Salvación es gratuita
pero
Costó un alto Precio
Es un desacierto superficial decir que Dios nos perdona porque Él es amor
¡Su amor significó nada menos que el Calvario!
***
Porque la paga del pecado es muerte,
Él mi Señor Jesús sufrió la muerte en mi lugar
mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 6:23
Por su muerte yo disfruto la dadiva de Dios
***
  Somos muy pocos los que sabemos algo acerca de la convicción de pecado. Conocemos la experiencia de estar perturbados debido a que hicimos lo malo, pero la convicción de pecado por el Espíritu Santo borra todo vínculo terrenal y nos hace conscientes de una sola relación: "Contra ti, contra ti solo he pecado...", Salmo 51:4. Cuando alguien se convence de su pecado de esta manera, sabe con toda la capacidad de su conciencia que Dios no se atrevería a perdonarlo. Si Él lo hiciera, esa persona tendría un sentido más fuerte de la justicia de Dios. Él sí perdona, pero para que esto fuera posible le costó el desgarramiento de su corazón por la muerte de Cristo. El gran milagro de la gracia de Dios es que Él perdona el pecado y que sólo la muerte de Cristo le permite a su naturaleza perdonar sin contradecirse a sí misma al hacerlo. Es un desacierto superficial decir que Dios nos perdona porque Él es amor. Cuando realmente seamos convencidos de pecado, jamás volveremos a decir esto. ¡Su amor significó nada menos que el Calvario! La cruz es el único lugar donde su amor se explica, la única base sobre la cual Él me puede perdonar. Es allí donde su conciencia queda satisfecha.

   El perdón no significa simplemente que Dios me salva del infierno y me prepara para ir al cielo (nadie aceptaría el perdón en ese nivel). El perdón significa que soy perdonado para entrar en una relación creada de nuevo, la cual me identifica con Dios por medio de Cristo. El milagro de la redención es que Dios me lleva a mí, un impío, hasta su nivel de vida, el de un santo, porque me imparte una nueva naturaleza, la de Jesucristo.

Oswald Chambers



Dios dice así

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